domingo, abril 04, 2004

VERACRUZ Y BOCA CON POCOS VACACIONISTAS EN DOMINGO DE RAMOS

Las playas de Veracruz y Boca del Río presentaron una afluencia moderada durante este Domingo de Ramos, el primer fin de semana del periodo vacacional de Semana Santa, sin que se registraran pérdidas humanas qué lamentar. Los únicos puntos que tuvieron una concentración alta de visitantes fueron los ya conocidos, Villa del Mar, Mocambo y Playa del Muerto.

En Playa del Muerto, localizada en la cabecera municipal de Boca del Río, este domingo acudieron aproximadamente de 600 a 700 personas, según cálculos del salvavidas Juan Gabriel Ontiveros García, encargado de la torre de vigilancia de ese lugar. No reportó mayores incidentes que cortadas por vidrios en la arena y raspones ocasionados por caídas al jugar.

Más al norte, en Playa Private, la situación fue igual, según cuenta el salvavidas Germán Abarca, integrante de la coordinación de Protección Civil municipal, y José Juan Sánchez –salvavidas de la Marina–; en este sitio cuentan con tres integrantes más de las fuerzas navales para aplicar primeros auxilios.

El lugar con mayor concentración en toda la zona conurbada fue, de nuevo, la playa de Villa del Mar, al registrar mil 500 visitantes; el encargado de una de las dos torres que atienden la zona, el salvavidas Carlos Días Cabrera, explicó que hasta ahora su labor ha sido muy reducida, «afortunadamente sólo hemos tenido que atender incidentes menores, todos fuera del agua» explicó.

En las torres de vigilancia de Villa del Mar también hay elementos de la Naval, como el Cabo José García, quien ha reforzado con su presencia ya en tres ocasiones los operativos que cada año se realizan en estas fechas.

En Playa Norte y Punta Gorda, también hubo un contingente de vacacionistas considerable, aunque ahí no hubo guardavidas; solamente algunas cuatrimotos de Protección Civil de Veracruz hicieron recorridos por las playas.

Sin embargo, al ser entrevistados, propietarios de palapas de venta de alimentos y bebidas se quejaron de la mala imagen que algunos pescadores han dado a las playas del norte del municipio porteño, al dejar los restos de su captura diaria en la playa, con lo que dan la apariencia de que dicha mortandad se debe a una supuesta contaminación de las aguas.

Juan Ramírez Carmona y Enriqueta Hernández Ramírez acusaron que al no enterrar los peces que no eligen los pescadores para vender en el mercado, éstos despiden fuertes olores que ahuyentan a los bañistas, y por lo tanto, a sus potenciales clientes.