miércoles, julio 14, 2004

ACUSAN ARBITRARIEDAD E IRREGULARIDAD EN LA RENTA DEL ESTACIONAMIENTO DE «MY FRIENDS»

–Propietarios del restaurant bar aseguran tener todo en orden y niegan relación alguna con funcionarios municipales o militantes panistas
–Comerciantes insisten en que es área pública y no debería cobrarse su uso
–Administrador de «El Cacharrito» afirma que Delia Maza le negó la renta del camellón
 
Continúa la inconformidad de comerciantes asentados al inicio del boulevard «Adolfo Ruiz Cortínez», por lo inadvertido de la renta del estacionamiento creado en el camellón norte del monumento a los Niños Héroes que el DIF de Boca del Río otorgó a los propietarios del restaurante bar «My Friends».
 
Claudia Valle Rebollo, asesora de ventas de la inmobiliaria «Clare» –quien recabó más de 60 firmas de protesta– señaló que ese espacio debió ser negociado con los establecimientos de la zona, para que todos sus empleados le dieran al DIF un monto global superior a los cuatro mil pesos mensuales que paga «My Friends», y así no tener que pagar los 10 pesos por hora que actualmente se cobra.
 
Tras expresar que no está en contra de que ese lugar sea cedido para que el DIF obtenga recursos, planteó que el actual operador podría permitirles introducir sus vehículos pagando cinco pesos por todo el día, pero no los diez pesos por hora que ahora exigen. Respecto a su clientela, aseguró que ahora tienen que buscar estacionamiento lejos de sus oficinas y quedarse en doble fila, lo que reduce el tiempo que pueden dedicarles.
 
Alejandro Ramírez Molina, propietario del centro fotográfico «Vialy», calificó de irregular la forma en que fue cedido el control del estacionamiento, ya que «un sitio público no debería cobrar, para mí eso sigue siendo parte de la calle»; a pesar de reconocer que no le afecta en sus ventas, sí ha escuchado quejas de sus clientes que anteriormente aparcaban sus vehículos ahí, y aprovechaban para realizar varias actividades en los comercios aledaños.
 
Ramírez Molina consideró que si le hubieran dado a conocer que el lugar estaba disponible en las condiciones en que fue cedido, él lo hubiera solicitado. Además, señaló que al contar «My Friends» con servicio de bar, necesita la firma de conformidad de los vecinos, la cual no ha sido solicitada, por lo que acusó que su funcionamiento no contará con el consentimiento requerido.
 
Por su parte, usuarios de la oficina de representación municipal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, también mostraron su contrariedad ante el cobro que ahora se hace «de un sitio público», lo que les afecta en sus actividades en el área. Mauricio Tamés Fernández se dijo extrañado de que el municipio hubiera concedido el permiso para usar un lugar que pertenece a toda la ciudadanía. Elizabeth Caña expresó que todos tienen derecho a usar ese lugar como desde hace años se hacía, ya que con esta situación se ven muy limitados en sus actividades.
 
Jaime García Gutiérrez, administrador del restaurante «El Cacharrito» –y quien más utilizaba ese estacionamiento– desmintió lo declarado por el director del DIF boqueño, Gonzalo Lagunes Ochoa, al asegurar que sí había expresado su intención de operar el estacionamiento, lo cual hizo del conocimiento de Delia Maza, presidenta de la institución.
 
«Fui dos veces con la señora Delia y le dije que si me lo podía rentar, o yo le daba una aportación al DIF y me permitían meter carros ahí, y ella me dijo que no podía concesionarlo o rentarlo porque era de todos». García Gutiérrez recordó que hace dos semanas se enteró de que el área fue cedida a los propietarios de «My Friends», porque uno de los dueños, Luis Gasperín, fue a verlo para ofrecerle algunos espacios, lo que no aceptó por considerar errónea la forma en que obtuvieron la renta.
 
EL OTRO LADO DE LA HISTORIA
Mario Lee Zamora y Luis Gasperín Silva, socios propietarios del restaurante «My Friends», confirmaron que el cobro que se realiza en el estacionamiento es de 10 pesos la hora «pero con un máximo de 30 pesos, porque quienes vienen principalmente en las noches a los bares se están cinco o seis horas, obviamente estarían pagando sesenta o setenta pesos, que es un mundo de dinero». Lee Zamora detalló que los autos ahí guardados cuentan con seguro en caso de robo o por algún daño provocado por sus empleados, «eso no te lo dan los de las cubetas que se ponen en las noches. Es una serie de gastos (en) que estamos incurriendo para darles un servicio».
 
Dijo estar abierto a negociar con los trabajadores de la zona para permitirles estacionar sus vehículos pagando 10 pesos «por toda la mañana. Yo lo que tengo que cubrir es el sueldo de la persona (que cuida el estacionamiento) y la póliza del seguro, eso lo tiene que entender la gente». Mario Lee admitió haberse acercado a Jaime García –de «El Cacharrito»– para ofrecerle el servicio de estacionamiento para sus clientes, para lo que estaban dispuestos a escuchar propuestas, pero «agredieron a mi socio (Luis Gasperín) verbalmente diciéndonos que estábamos locos».
 
Los empresarios indicaron que han cumplido con todos los requisitos para la apertura de su restaurante bar, que ya llevan dos meses de renta del local pagados, así como el primer mes de los pactados con el DIF Municipal de Boca del Río. Detalló que el convenio estipula el pago de cuatro mil pesos mensuales y la donación de 50 comidas a la dependencia para que se use de la manera en que lo consideren más adecuado. El contrato –dijo– vencerá el 31 de diciembre.
 
Tanto Lee Zamora como Gasperín Silva negaron tener cualquier relación personal, de negocios o familiar con funcionarios municipales o militantes del Partido Acción Nacional, y consideraron que la polémica alrededor del caso ha tenido intención política.
 
En total, «My Friends» emplea de 12 a 15 personas, incluyendo los tres encargados del estacionamiento, a los que se les paga 150 pesos por turno, los siete días de la semana. Una de ellas, Laura Pérez, empleada del turno diurno, se quejó de los malos tratos que ha recibido de parte de los usuarios habituales que tenía el antiguo camellón, «algunos hasta me han amenazado con lastimarme si no quito las cadenas; incluso, a uno de mis compañeros, le han aventado el coche», acusó.