lunes, marzo 15, 2004

LAMENTA ADRIAN AVILA RENUNCIA DE PANISTAS

El presidente municipal de Boca del Río, Adrián Ávila Estrada, lamentó la renuncia al Partido Acción Nacional de Roberto Bueno Campos y Sergio Vaca Betancourt, ya que no es justificante el no haber logrado que los designaran como candidatos a las alcaldías de Boca del Río y Veracruz respectivamente, «ahora es tiempo de tejer la unidad entre todos los panistas (...) y evitar al máximo que genere un daño al interior de Acción Nacional la salida de ellos dos».

Ávila Estrada dijo considerar a los ex legisladores adversarios tan fuertes como los del resto de los partidos políticos, ahora que podrían postularse a como candidatos a las presidencias municipales conurbadas bajo los colores de la coalición PRD – Convergencia; sin embargo, dejó abierto a la decisión del pueblo el determinar si la salida de ambos –por no lograr una candidatura– representa «una traición a Acción Nacional, ya que Sergio Vaca había sido nominado en dos ocasiones por el partido, Roberto Bueno tres ocasiones».

«Algunos lamentarán su salida, pero otros seguiremos trabajando; en Acción Nacional siempre las puertas han estado muy amplias para que entre todo aquel que quiera entrar, pero también para salir todo aquel que quiera salir (sic)», aseveró.

Tras decir que el panismo conurbado debe preocuparse más por «los que se quedan» en lugar de «los que se van», negó que esto sea una advertencia de divisionismo entre los blanquiazules, sobre todo por la fortaleza que Acción Nacional ganó luego del regreso de los comités municipales de Veracruz y Boca del Río.

Descartó el que la ciudadanía pueda emitir un voto de castigo ante estos aparentes divisionismos, «el pueblo no tendría que castigar a Acción Nacional por la salida de Sergio Vaca y Roberto Bueno».

De la candidatura de Francisco Gutiérrez de Velasco por el PAN a la alcaldía de Boca del Río, aseguró ahora más que nunca está asegurada, luego de la asamblea registrada el domingo –en la que Honorio Cruz ganó la presidencia del CDM boqueño– en donde se demostró la «democracia del partido».