PLAYAS LIMPIAS EN TODO BOCA DEL RÍO AFIRMA EL AYUNTAMIENTO

Roberto Aguirre Cházaro, Director de Planeación Urbana y Ecología, afirmó que en el municipio de Boca del Río no hace falta que ningún funcionario estatal o federal venga a publicitar un «chapuzón» para comprobar que las playas están limpias, ya que «constantemente los empleados del ayuntamiento como los habitantes del municipios lo corroboramos al bañarnos en ellas».

Señaló que de acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, el nivel de contaminantes en todas las playas del municipio, desde Private hasta Playa del Muerto, están dentro de los límites permitidos de contaminación, por lo que son seguras para todos los visitantes que lleguen durante la temporada de Semana Santa.

Aguirre Cházaro recordó que para eliminar en su totalidad la contaminación, aún falta darle seguimiento al proyecto de saneamiento de la bahía, del cual se tiene un avance sólo del 20 por ciento, además de la firma del Convenio con Promagua, «lo que nos permitirá terminar de abastecer las planta de tratamiento que necesitamos en lado, (donde) aún se vierten aguas negras a la zona del manglar, que sirve como laguna de oxidación». También indicó la necesidad de terminar la rehabilitación de la Planta Norte de Tratamiento de Aguas Residuales.

Destacó la importancia de estos proyectos, ya que el Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano apenas puede dar el servicio de tratamiento a las descargas de la zona hotelera –desde la calle Reyes Heróles hasta Penacho del Indio– mediante la planta de Costa de Oro.

El funcionario agradeció la participación de los hoteleros y restauranteros del área, por instalar las llamadas «trampas de grasa», que evitan que este material llegue hasta los tanques de las plantas de tratamientos de agua residuales, y maten los microorganismos que se encargan de eliminar la contaminación del líquido.

El Director de Planeación y Desarrollo en Boca del Río advirtió que después de la temporada de Semana Santa volverán a llevar cabo algunos paros de funcionamiento de la planta de Costa de Oro –con la consecuente descarga directa de las aguas al mar–, para darle mantenimiento.